La originalidad de El imperio Yegorov de Manuel Moyano no reside tanto en lo que cuenta como en cómo lo cuenta. Con esta declaración no pretendo subestimar la trama, que es realmente absorbente. En este sentido el comienzo con el descubrimiento de una extraña enfermedad en Papua-Nueva Guinea, con los Hamulai (nativos de la isla), la historia de amor y el exotismo del paisaje resulta irresistible. El autor nos traslada desde el Pacífico a Japón, pasando por el sur de Estados Unidos y Rusia, en un torbellino de acción que nos deja sin aliento. La novela la conforman treinta y dos documentos tal y como se anuncia al principio del libro, y es que Manuel Moyano se vale de todo para contar su historia, desde la nota preliminar hasta los agradecimientos finales pasando por cualquier tipo de documentos: diarios, cartas, informes detectivescos, etc. No existe un protagonista, ni un hilo narrativo en el sentido tradicional, y en eso creo que reside su mérito. Además se lee en una tarde. ¿Qué más puede pedirse? Quizás uno se quede con las ganas de saber más detalles de lo que se nos narra. No se puede tener todo.
De lo que más me alegro es de que este tipo de ficción se tenga en cuenta en premios tan importantes en nuestro país como el Herralde de Novela, en el que quedó finalista.
De acuerdo totalmente contigo. Fantástico Yegorov. Es un libro para este verano, si todavía no lo habéis leído. Una lectura muy recomendable para espantar la modorra de las tardes veraniegas. ¿Qué más puede pedirse? preguntas. Yo creo que nada. Es perfecta. Yo creo, y esta es mi opinión, que no le dieron el premio Herralde por el género al que pertenece. Todos sabemos que aún persisten prejuicios!
ResponderEliminarNo he leído la obra ganadora "Después del invierno" de Guadalupe Nettel así que no puedo juzgar. En cualquier caso, parece más convencional. El que Yegorov fuera finalista ya es un gran avance
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