Tainaron
es una obra atípica. Escrita en 1985 por una autora finlandesa poco conocida,
ha sido rescatada a principios de este año por Nórdica para el mercado español.
Este libro nos devuelve cierta esperanza en el mundo editorial, y constituye
un buen ejemplo, del que debemos
alegrarnos, de que los intereses que prevalecen, sobre todo en sellos pequeños,
no sean siempre mercantilistas. Está claro que Leena Krohn no es una autora muy
popular, y que su libro pasará desapercibido (si no lo ha hecho ya) puesto que
apenas ha suscitado comentarios en los medios desde su publicación, algo que no
creo que sorprenda a nadie. Con esta reseña aporto mi grano de arena
infinitesimal para dar a conocer esta curiosa obra que fue nominada al World
Fantasy Award en 2005.
El título del libro hace referencia
al cabo más austral en el Peloponeso, en cuyas proximidades, según la mitología,
existe una cueva que permitió a Hércules entrar en el inframundo y capturar a
Cerbero. En el libro de Krohn, Tainaron no es el hades sino un mundo de
insectos que llevan una vida muy similar a nosotros los humanos. El hecho de
que los protagonistas de la novela sean insectos no debe llevarnos a pensar que
se trata de un libro infantil. Y, aunque lo diga Jeff Vandermeer, encuentro que
tiene muy poco que ver con la obra de Kafka. ¿Es posible que Vandermeer hiciera
esta afirmación pensando en el protagonista de La metamorfosis despertándose
una mañana convertido en un horrible insecto? Los moradores de Tainaron, aunque
son insectos, viven en una ciudad, tienen sus comercios, se visten, trabajan
para sobrevivir.., sin embargo su naturaleza no humana confiere a sus vidas una
serie de peculiaridades que permiten a Leena Krohn reflexionar sobre la vida y
la muerte de una forma original, poética y adulta, que desde mi punto de vista
tiene poca relación con la angustia y el aislamiento que siente el protagonista
del conocido relato de Kafka.
La obra, no sé si llamarla novela,
(algunos la denominarán artefacto literario, pero en Universo de pocos somos un poco maniáticos y nunca nos ha
gustado esa expresión, que siempre nos ha parecido excesivamente tosca para una
creación artística) se compone de cartas escritas por alguien que está de
visita en Tainaron y del que no llegamos a saber ni siquiera su nombre. Krohn
tampoco se muestra interesada en revelarnos nada sobre el destinatario de estas
misteriosas cartas. Mi duda sobre si llamarla novela estriba en que carece de
acción, ni siquiera se distinguen las partes que suelen caracterizar toda obra
de ficción como son el planteamiento, el nudo y el desenlace. Estas cartas, que
nunca son contestadas, alumbran breves y valiosos retazos
del mundo de Tainaron y de sus peculiares gentes. Escritas con gran lirismo, en
ellas Krohn vierte imágenes poderosas,
algunas de ellas de una belleza turbadora, otras sin embargo pueden resultarnos
inicialmente desagradables, pero la prosa de la autora se encarga de que
siempre sean fascinantes. A través de estas misivas conoceremos a la reina
condenada a procrear, nos internaremos en el hades de Tainaron donde llevan a
sus muertos, conoceremos al medidor que utiliza su propio cuerpo como patrón,
sabremos de su príncipe, al que todos parecen ignorar, y descubriremos otros
insólitos personajes y otras extrañas costumbres.
Como ejemplo de lo que podemos
encontrarnos en el libro, una reflexión que se hace la protagonista a cuento de
las metamorfosis que sufren algunos de los habitantes de Tainaron:
"También nosotros cambiamos, pero lo hacemos gradualmente.
Estamos acostumbrados a cierta persistencia y la mayor parte tenemos una
identidad que en mayor o menor medida permanece estable. Aquí eso es diferente.
Continúa siendo un misterio para mí cuál es en realidad la conexión entre dos
vidas consecutivas. ¿Cómo puede un individuo que cambia tan completamente decir
que es de alguna manera el mismo que antes? ¿Cómo puede proseguir? ¿Cómo puede
recordar?"
Dicen
que los buenos licores deben ser bebidos lentamente y a pequeños sorbos para
saborearlos en su plenitud, de la misma forma este libro para ser apreciado
debe ser leído carta a carta, deteniéndose y releyendo en muchas ocasiones los
fragmentos para apreciarlo como merece. No gustará a todos, pero si se animan a
leerlo procuren hacerlo sin prejuicios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario