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Universo de pocos

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lunes, 29 de enero de 2018

"Torres de Babel" de Ian Whates

Torres de Babel de Ian Whates            Uno se debe a su blog y se toma en serio poder realizar al menos dos reseñas al mes. Pero ocurre a veces que los planes no salen como uno quiere y que el libro con el que uno cuenta para hacer la reseña resulta decepcionante. Lo siento por la editorial Sportula, una editorial minoritaria que entre otras cosas destacables ha publicado varias antologías de Mariano Villarreal. Lo siento por Ian Whates, que por la foto de las solapas parece ser una buena persona. Y sobre todo lo siento por esos otros autores que han quedado sin publicar. En cualquier caso, el daño que pueda hacerle Universo de pocos a los afectados es mínimo y eso hace que me sienta mucho menos culpable.
            Los dos primeros relatos que componen Torres de Babel ya nos ponen sobre aviso. El primero, Montpellier, es la típica historia ciberpunk con todos los peores tópicos del subgénero. El segundo relato, Dolores de crecimiento, está escrito sin gracia y parece proceder de otra época, de cuando se publicaban las novelas de a duro. Aún y todo lo peor está por llegar. El relato titulado De tiendas está escrito con una simpleza y una falta de profundidad que uno podría perfectamente llegar a pensar que ha sido confeccionado por un niño. Es el claro ejemplo de todo lo que no se debe hacer en literatura y cuesta creer que una revista haya encontrado interés en publicarlo. Sin embargo, entre toda esta maleza sin desbrozar brota una flor inesperada y hermosa como es el relato Rosa del segador. Un cuento bien escrito, original y con un gran final. Hay otros relatos que tampoco están mal, aunque les falta algo de chispa como El fusil o Niñaoscura, el resto carece de excesivo interés o está escrito en un estilo algo trasnochado.
            Intentando ser positivo podríamos tomarnos el libro de manera didáctica y verlo como un ejemplo práctico del progreso de un escritor. El relato más antiguo del libro es de 2006 y el más reciente de 2016 y con cierto esfuerzo puede apreciarse una evolución. Es una pena que no estén publicados en orden cronológico para poder apreciar cómo la prosa de Whates va mejorando.

            Poco más puedo decir de este libro. Bueno, sí, aunque de esto no puedo echarle la culpa al autor. Me refiero a una expresión poco usual que utiliza constantemente el traductor. Como muestra un botón:
            “Llovía de la que salí del metro”.
            Más adelante vuelve a utilizar la misma fórmula:
            De la que daba la vuelta a la esquina un demonio rugiente saltó de la pared y me atacó”.
            Y así todo el libro. Una forma curiosa y que a mí me suena un poco pasada de moda. Sería interesante ver el original en inglés.
            Mi consejo final es que cojan su dinero y su tiempo y lo inviertan en otro libro, que los hay muchos y mejores. Dicho queda.

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