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Universo de pocos

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miércoles, 8 de abril de 2020

"La luna y el sol” de Vonda McIntyre


"La luna y el sol”  de Vonda McIntyre            Con esta atípica novela de fantasía histórica Vonda McIntyre ganó el premio Nebula en 1998. No era la primera vez que se lo otorgaban, en 1978 lo había obtenido por su novela Serpiente del sueño, que un año después merecería el premio Hugo y el premio Locus. Según explica McIntyre en el comentario que aparece al final del libro la concepción de la historia también fue bastante curiosa. Nació como guión para una película en un taller de escritura en el que participaba la escritora, el Writers Film Project, impulsado por Amblin Entertainment y Universal Studios. En lugar de descartar parte del material que prolongaría en exceso el guión cinematográfico prefirió aprovecharlo y escribir en paralelo una novela que se convertiría finalmente en La Luna y el sol. Lamentablemente la película, en la que Pierce Brosnan interpretaría a Luis XIV, estaba preparada para su estreno en 2015 pero por una razón que no alcanzo del todo a comprender  (coincidió en el tiempo con La forma del agua) nunca llegó a los cines.

            La luna y el sol daría lugar a una entretenida película de amor y aventuras. No cabe duda de que la trama parece concebida para la gran pantalla, contiene los ingredientes idóneos para que así sea: un escenario espectacular, como es el Louvre durante el reinado de Luis XIV, unos personajes inolvidables como el propio Luis XIV o el papa Inocencio XII, una protagonista femenina adelantada a su época, un enano muy listo que aconseja al rey (¿no les suena?), una sirena... y un plantel larguísimo de interesantes secundarios. Por si esto no fuera suficiente, la novela cuenta con una historia de amor inolvidable.

            La novela relata el interés que despierta la llegada de una criatura marina a la corte de Luis XIV tras haber sido capturada por el padre jesuita Yves de la Croix a instancias del Rey Sol, no porque éste tenga una especial fascinación por la ciencia sino porque piensa que le permitirá alcanzar la inmortalidad. La protagonista de la novela es la hermana de Yves, Marie-Josèphe, que acaba de llegar de un convento situado en la colonia francesa de la Martinica. Se trata de una mujer muy ilustrada, versada tanto en ciencias naturales como en dibujo y en música, que se cartea hasta con el mismísimo Newton. Vamos, una joya pero que por otro lado nada sabe sobre ciertos aspectos de la vida, digamos más mundanos. Su inocencia en este punto es tal que ignora la existencia de la prostitución. La joven colabora con su hermano en sus estudios y es ella quien al final acaba  ocupándose de la bestia y de establecer una estrecha relación con ella.

            McIntyre nos relata la vida de palacio con enorme solvencia y también sentido del humor.  La novela está llena de momentos humorísticos como cuando se nos describe el despertar del rey al que deben asistir cada mañana por obligación sus más allegados, o el celo que ponen todos a su alrededor para que no vea nada que le pueda incitar o importunar, ya sea el tobillo de una joven o la boñiga de un caballo. Los retratos humanos que hace la autora tanto del rey, como de su esposa (Madame de Maintenon), de su hermano Felipe y de su amante masculino, del conde de Chrétien o del papá Inocencio XII son magníficos y son los que sustentan principalmente el relato. Menos conseguidos están los dos hermanos, Yves y Marie-Josèphe. Él es el típico sacerdote que se debate entre sus convicciones religiosas y científicas, por otra parte sus cambios de parecer o de actuar parecen estar muchas veces al servicio de la trama. Ella resulta demasiado perfecta y su desconocimiento de algunos temas, como he comentado antes, por mucho que haya sido educada en un convento resulta poco verosímil.

            La autora coquetea con la ciencia ficción, esto se ve en el interés de su protagonista por la ciencia o en el rigor con que su hermano realiza una disección, sin embargo el hecho de que la Atlántida sea el origen del pueblo del mar o de que la bestia sea una sirena me hace pensar que la intención de McIntyre es la de crear una fantasía clásica con la imaginería típica. Esto le permite además ciertas licencias como eludir dar demasiadas explicaciones sobre la forma en que Marie-Josèphe se comunica con la sirena o sobre ciertos acontecimientos prodigiosos que se producen al final de la novela. Puede que al principio la autora se detenga en exceso en la vida de palacio y que la historia tarde en despegar, lo que puede desanimar a los que busquen más acción. En definitiva, se trata de una agradable fantasía feminista, una sorprendente mezcla de cuento infantil, romance y novela histórica muy al gusto de Hollywood.

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