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Universo de pocos

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viernes, 22 de marzo de 2024

“Antisolar” y “Subsolar” de Emilio Bueso

Portada de "Antisolar" de Emilio Bueso

Antisolar es el segundo libro de la trilogía Los ojos bizcos del sol y empieza exactamente en donde terminó el primero, Transcrepuscular. Por tanto a los que disfrutaron con las aventuras del Alguacil, del Trapo, de la Regidora y demás tienen la oportunidad durante casi cuatrocientas páginas más de seguir a estos personajes tan peculiares y a otros más que se les van uniendo en su ajetreado viaje. Hay una clara continuidad y la única diferencia con respecto al primer libro es que las andanzas son cada vez más locas, la acción más desmadrada y que el número y tamaño de los caracoles aumenta de manera progresiva así como el de la cantidad de fluidos que segregan. Muy pocas novedades, el relato discurre sin que apenas se produzcan revelaciones de trascendencia. Como ocurre en gran parte de las trilogías el segundo libro sirve de puente entre el primero y el último, entre planteamiento y desenlace.

Portada de "Subsolar" de Emilio Bueso

            En Subsolar, libro que pone punto final a la trilogía, todo esto queda amplificado. El escenario concebido por Bueso era tan desmesurado que sorprender al lector tras el primer libro y aún más después del segundo era una tarea difícil de lograr sin pasarse de rosca. Ahora además de caracoles nos encontraremos con criaturas infestadas, simbiotizadas hasta una escala colosal. Bueso se supera a sí mismo con seres cada vez más espantosos y extravagantes. Las habilidades de las que hacen gala resultan por momentos más increíbles de manera que la novela acaba por internarse en el territorio de la fantasía y por abandonar el de la ciencia ficción, en el que yo pensaba se mantendría. A pesar de todo el autor utiliza términos zoológicos específicos para describir la fauna y flora del planeta: boyunos, nauplios, zoeas, megaequinodermos, lepidodendros. El autor se ha documentado exhaustivamente, así y todo a lo largo de la novela suceden cosas que son difíciles de explicar por medio de la ciencia. Por ejemplo, uno de los personajes, el Astrólogo, lanza bolas de fuego a sus enemigos y levita como podría hacerlo el mismo Gandalf del El señor de los anillos. No es el único en poseer este tipo de superpoderes, algunos de los caracoles simbiontes que aparecen en el libro son capaces de las cosas más inimaginables, y en ningún momento se da una explicación científica de cómo es posible. La serie se convierte en eso que los anglosajones denominan Sci Fantasy y que aquí llamamos o seguramente llamaremos, si no lo hemos hecho aún, Sci Fantasy porque todo en inglés suena mejor.

La serie es una fusión de muchos géneros que van desde la ciencia ficción a la fantasía épica, ya mencionadas, pero también tiene mucho de fantasía heroica con luchas a espada a lo samurái, aventura y un poco de romance, aunque lo que acaba por tener cada vez más peso es  la comedia. Los diálogos muchas veces parecen sacados de un Mortadelo y Filemón para adultos en el que la incontinencia verbal de sus personajes no sólo estuviera permitida sino que fuera deseada. Hay momentos muy divertidos que son provocados por unos personajes bastante tronados y que además no pueden mantener la boca cerrada durante mucho tiempo. Entre ellos está el Trapo, al que ya conocimos en el primer libro de la serie, pero aparecen muchos otros, entre ellos uno que emplea sólo verbos en infinitivo para hablar. Cabe también destacar los descacharrantes apodos con los que son designados como Odio Barra, Funcionario marrón o Bonito Leucocito por mencionar algunos de los que más me han llamado la atención.

Como decía el humor está muy presente, es un humor que se basa muchas veces en la repetición de situaciones y de expresiones verbales, en la caricatura, en la exageración y también en lo soez. En las muchas discusiones que se producen los personajes actúan y hablan como si fueran adolescentes durante una excursión de colegio. Reconozco que me he reído bastante pero al final he acabado por cansarme, sobre todo porque la historia parecía no avanzar entre tantas peleas y pullas. Por otra parte el argumento se ciñe en exceso a un esquema narrativo que acaba  por agotarse. El guión es el siguiente: los personajes llegan a un lugar nuevo, buscan un bar, la lían parda, conocen a tipos muy raros o poco recomendables que se les unen o matan y vuelta empezar. 

Al mismo tiempo que la trama se va volviendo cada vez más enloquecida y los personajes más desquiciados la escritura de Bueso se hace cada vez más abstrusa. Los pinceles con los que ilustra las imágenes son cada vez más gruesos, sobre todo cuando se trata de escenas de acción, y como resultado todo queda menos claro para el lector. Bueso opta más, como sucede en el cine moderno, por despertar emociones que por exponer con claridad lo que cuenta. También es verdad que el escenario que plantea Bueso llega un momento en que se sale por completo de madre y puede que hasta él mismo se viera incapaz de visualizarlo.

Me gustaría mencionar un episodio relacionado con el protagonista, el Alguacil, que  me ha parecido del todo innecesario y que da la impresión de haber sido metido a la fuerza. Es como si Bueso se hubiera dado cuenta de repente de que le estaba quedando un personaje demasiado bonachón y noble y que para contrarrestar ese efecto decidiera incluirlo. No diré más para no destripar la trama.

El primer libro de la serie me pareció muy bueno, el segundo me convenció menos y el tercero me ha resultado cansino. Diríase que le falta chicha y le sobra grasa. Dos tomos hubieran sido suficientes para contar la historia que pretendía. En cualquier caso se trata de una trilogía que difícilmente volverá a repetirse en el mercado español. No es fácil que un editor se atreva a publicar una obra como ésta y tampoco que un escritor se comprometa a invertir tanto tiempo de su vida en escribir una trilogía de esta envergadura. Bueso ha demostrado poseer una imaginación única en el panorama español. Yo me quedo con algunas de las imágenes más potentes de la serie como la del Alguacil con su espada y su simbionte en el hombro marcándole peligro que quedará durante mucho tiempo grabada en mi mente.

 

1 comentario:

  1. Estoy bastante de acuerdo con todo. Ya pasado el tiempo, me quedan en el recuerdo pasajes, sobre todo, del segundo libro. Creo que es en el que Bueso logra reflejar un mayor poder descriptivo. Y estoy de acuerdo sobre todo con lo último que mencionas. En cuanto a su propia condición, esta trilogía es un hito que será difícil que se repita. Hubo cosas parecidas hace décadas (la Trilogía de las Islas por ejemplo), pero en este ya son imposibles este tipo de apuestas editoriales o incluso del autor. Una pena.

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