Ocurre a veces, con más frecuencia de la que quisiéramos, que la historia anunciada en la contraportada del libro resulta mucho más fascinante que la novela que luego terminamos por leer. Basta con echar, por ejemplo, un vistazo al dorso del último libro de Hervé Le Tellier, titulado La anomalía, y leer lo siguiente para que nuestra mente eche a volar imparable hasta más allá del sistema solar:
«El 10 de marzo
de 2021 los doscientos cuarenta y tres pasajeros de un avión procedente de
Paris aterrizan en Nueva York después de atravesar una tormenta. Ya en tierra,
cada uno sigue con su vida. Tres meses más tarde, y contra toda lógica, un avión
idéntico, con los mismos pasajeros y la misma tripulación, aparece en el cielo
de Nueva York. Nadie se explica este increíble fenómeno que va a desatar una
crisis política, mediática y científica sin procedentes en la que cada uno de
los pasajeros podría encontrarse cara a cara con una versión distinta de sí
mismo».
No se puede
negar que la premisa resulta irresistible, más aún para alguien como yo a quien
le gusta el género fantástico. Debo admitir que todo esto que se dice acaba en
efecto por suceder: la contraportada no miente. El problema es que no sucede
hasta bien avanzado el libro, por lo que la sinopsis, un incitante anzuelo
lanzado por la editorial para atraer compradores, supone un enorme y
desconsiderado «spoiler» para el lector. Por otro lado el susodicho texto crea
unas expectativas que son imposibles de cumplir.
Y es que con lo
primero con lo que uno se topa al leer La anomalía es con una serie de
personajes variopintos a los que no queda más remedio que conocer en capítulos
sucesivos cuando lo que yo querría es que me arrojaran de lleno en la trama que
se me había prometido. Es verdad que el primer personaje que conocemos, un tal
Blake, asesino a sueldo digno de un thriller de John Katzenbach, no es
precisamente el individuo que uno espera encontrarse en una novela premiada con
el Goncourt. Incluso el personaje que le sigue en el segundo capítulo, Victor
Miesel, un escritor bien considerado por la crítica pero ignorado por el público
no deja de tener su atractivo. Pero la imaginación es como la hojarasca en un día
de calor y basta una mínima chispa para prenderla. En nuestra mente el fuego se
inició en cuanto leímos la dichosa contraportada y no va ser fácil de aplacar.
El resto de
protagonistas de esta novela coral no dejan lugar a dudas de que la novela
pertenece a su época, de manera que además de la trillada pareja de hombre
maduro y mujer joven teniendo un romance
nos encontraremos con los nuevos tópicos de la ficción moderna: un pedófilo del
que no sospecha ni su mujer, un cantante que decide salir del armario y una
mujer negra abogada y empoderada. La novela a pesar de todo resulta
entretenida, está bien escrita y Le Tellier sabe darle un final apañado que me
ha recordado a Cita con Rama de Arthur C. Clarke, novela con la que por
otra parte nada tiene que ver. La historia cobra interés sobre todo a partir
del momento en que acontece la anunciada anomalía. Los personajes deben
enfrentarse a algo inexplicable, a unos hechos que les cambiará la vida pero de
alguna manera, y como nos ha sucedido a todos en esta pandemia que se ha vuelto
endémica, acaban por amoldarse a la nueva situación.
La anomalía es en ocasiones un bestseller sofisticado y ameno pero en otras parece un divertimiento concebido por el autor para su propio placer. Se trata de un libro que tiene un poco de todo, desde trama policiaca pasando por ciencia ficción hasta melodrama y humor. Las referencias metaliterarias y las reflexiones sobre la identidad que la narración despierta en el lector todo ello aderezado con un buen puñado de ironía hacen que su lectura resulte razonablemente grata y la elevan por encima de productos similares. De todos modos debo decir que muchas de las explicaciones y especulaciones que se manejan en la novela no pillarán desprevenidos a los aficionados a la ciencia ficción. El mayor problema del libro estriba en tener una contraportada que destripa de manera inmisericorde la trama. Mi consejo es no leerla pero si ya lo has hecho, lo mejor sería dejar pasar un tiempo hasta que el argumento se difumine en la memoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario